Coeducar significa no establecer relaciones de dominio que supediten un sexo a otro, sino incorporar la igualdad de oportunidades como una cuestión de Derechos Humanos, y principio básico para alcanzar democracia plena y la justicia social.
Incorpora las realidades y la historia de las mujeres (invisibilizada y silenciada hasta ahora), su incansable aportación al sostenimiento de la vida, sus trabajos, sus deseos.
Implica la incorporación de metodologías no sexistas (revisión de materiales escolares, etc) , así como espacios de análisis y discusión en torno a la participación diferenciada de hombres y mujeres en la escuela, no sólo del alumnado que, si no media intervención, tiende a perpetuar el protagonismo socialmente aprendido (por ejemplo a través de la ocupación de los tiempos de palabra y la expansión en el uso de espacios, etc) sino también en las dinámicas de organización interna del centro (asignación mayormente estereotipada de la docencia -ciencias y deporte masculinizadas, lenguas y humanidades feminizadas-; segregación sexual vertical que por procesos y complejas dinámicas se traduce en un techo de cristal que dificulta el acceso de mujeres a puestos de responsabilidad en el organigrama del centro…), etc.
La coeducación no es lo mismo que la escuela mixta, sino que tiene vocación de corregir las desigualdades estructurales que, de otra manera, se continúan reproduciendo en la escuela. Analiza y detecta de qué manera los contenidos, las metodologías y las prácticas educativas (conscientes y, sobre todo, no conscientes) afectan de manera distinta a chicos y chicas -que han construido sus identidades de género de forma diferenciada a través de complejos procesos socializadores- y cómo fomentar todas las capacidades. La coeducación rescata los valores feminizados para ponerlos al alza: valores como la colaboración, la empatía, el diálogo y la negociación, la serenidad, la paciencia, la concentración… frente a los valores masculinizados en torno a los cuales gira el mundo (androcentrismo): la competitividad, la individualidad narcisista, la imposición (modelo gano-pierdes), la acción, la rapidez…
Coeducar es una puerta abierta a explorar respetuosamente todas las posibilidades de lo que podemos ser.
La coeducación también rescata a las silenciadas, a las olvidadas: científicas, filósofas, economistas, guerreras, defensoras de los Derechos humanos, bioquímicas, astronautas, artistas, ingenieras, matemáticas, astrofísicas, científicas … rescata las aportaciones de aquellas mujeres transgresoras que han creado conocimiento para la humanidad.
La coeducación pone los cuidados de los seres vivos, de los recursos y del medio habitamos, en el centro. Conocer y cuidar el propio cuerpo, conectar con la vulnerabilidad -propia y ajena-, buscar la conexión, la armonía, aprender a sostener y a ser sostenidas, porque somos seres interdependientes, comunitarios, necesitados de establecer redes afectivas que es, realmente, lo que da sentido a la vida.
El Colegio público San Bartolomé de Ribaforada, está apostando por un proyecto coeducativo que desarrollo dese hace un par de años.
El proyecto se compone de 7 sesiones de trabajo con cada uno de los grupos de infantil y primaria, distribuidas mensualmente a lo largo del curso escolar, este año desde Noviembre hasta Mayo.
Además de trabajar en aula con alumnado, se incorpora al profesorado y a las familias con 2 sesiones de trabajo y establece también un sistema de coordinación con el personal docente a través de la dirección.
Los objetivos de las sesiones con docentes son:
- Aproximar el marco teórico en materia de igualdad.
- Facilitar la reinterpretación de la realidad en otras claves, permite apoyar y reforzar el trabajo desarrollado con el alumnado desde otros espacios escolares y desde otras figuras de referencia.
- Presentar el proyecto que va a llevarse a cabo con alumnado y ajustar los objetivos de trabajo, en función de las necesidades detectadas en el Centro escolar.
- trasladar a las y los docentes una aproximación diagnóstica de la situación de los grupos en materia de igualdad y convivencia, así como comentar incidencias del proceso y proponer y recoger propuestas de mejora.
Estos son los contenidos que trabajamos:
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Sesión 1. cuerpos y diversidad: aceptación, respeto y autocuidado.
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Sesión 2: identidad de género, socialización diferencial. Reconocemos los mecanismos que transmiten y perpetúan las desigualdades.
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Sesión 3: Iguales en derechos. por el buen trato y contra la discriminación.
- Sesión 4: educación emocional I. Revisamos los distintos mandatos y prohibiciones para el contacto y la expresión emocional en chicas y en chicos. Analizamos sus efectos perversos para la salud y las relaciones.
- Sesión 5: educación emocional II. Cuidamos las relaciones interpersonales. Dinámicas para fortalecerse ante la presión del grupo y respetar los límites personales. En prevención de violencias (Bullying, violencia de género)
- Sesión 6: mujeres referentes. Conocemos a científicas, humanistas, políticas economistas, arquitectas…
- Sesión 7: profesiones. Elige lo que quieres ser. Contrarrestamos los sesgos sexistas.
La metodología es participativa y flexible, adaptando las propuestas a los distintas etapas escolares y a las características de cada grupo. Llevamos a cabo dinámicas que permitan, a través del juego, reflexionar y experimentar vivencias diferentes a las propuestas socialmente.
Este trabajo facilita la cohesión grupal, la colaboración y la cooperación entre los miembros del grupo.
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