Este lunes 18 de mayo hemos terminado el taller en la Asociación Candela, en Cascante.
Tres días de movernos y mover cosas, experimentar, dar vueltas a lo que ya sabemos, y a lo que todavía no. A las formas diferentes de ser mujer… de ser persona.
Nos hemos dedicado un tiempo a preguntarnos qué queremos, qué lugar ocupa el deseo en nuestras vidas, lo que nos hace bien, lo que nos gusta, lo que necesitamos para estar bien. Cuánto espacio dedicamos a las obligaciones, a los cuidados, a la atención emocional y afectiva de las personas que queremos…
También hemos revisado nuestra relación con el poder, directoras y/o seguidoras; si negociamos, si compartimos. Cuánto de flexibles somos, o de rígidas. Cómo nos relacionamos con el juego: ¿asumimos riesgos, exploramos, nos movemos por el espacio, «bailamos»…? ¿cuándo decidimos ser expectadoras del disfrute de otras personas, del riesgo que asumen?
Hablamos de emociones, las pusimos un poco del revés. Qué nos pasa, para qué sirve lo que nos pasa, qué hacemos con ello, cómo convivimos con eso que, al final, no es otra cosa que humanidad en estado puro.
Si somos claras, si nos asusta poner límites, decir «no», crear distancias…
Por fin revisamos situaciones cotidianas que, en mayor o menor medida, pueden «tocarnos» en esta etapa de la vida: los cuidados de las personas más mayores o dependientes, los cuidados de las y los más txikis, «esos locos bajitos» que dice Serrat. Un tiempo divertido, ilusionante, que se vive con orgullo…. y cansado también, y agotador e injusto, en ocasiones, si no sabemos poner límites, delegar, compartir.
Una oportunidad para ver quién soy y quién quiero ser.
Un grupo estupendo, cálido y acogedor…y curioso. Con esas ganas de compartir saberes que emociona. Gracias a todas.
Por el café también
y por el tour por las joyicas que tenéis en vuestro pueblo (y con guía de lujo!)
Con vuestro permiso, comparto alguna fotito.
Nos vemos pronto, seguro!!
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