Comparto el artículo de Diario de Noticias que se hace eco la rueda de prensa que ha tenido lugar hoy (11-2-16) para presentar las conclusiones de la investigación sobre Discapacidad y Violencia de género en Navarra. La encargada de presentar este estudio ha sido nuestra compañera Rut Iturbide, coordinadora del equipo investigador.

Esta investigación abre una vía de trabajo muy poco explorada hasta el momento y confronta a la sociedad con una de sus realidades ocultas.

 

PAMPLONA. La violencia de género ejercida contra las mujeres con discapacidad es más intensa, genera una mayor vulnerabilidad en la víctima e incluso puede agravar o producir la propia discapacidad.

Estas son algunas de las conclusiones del primer estudio realizado en Navarra sobre la violencia de género en este colectivo, impulsado por el Ayuntamiento de Pamplona y Cocemfe Navarra (Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica), que engloba a 13 entidades y alrededor de 5.000 socios.

El estudio, titulado ‘Diagnóstico sobre la violencia ejercida contra las mujeres con discapacidad de Pamplona’, que se puede descargar en www.cocemfenavarra.es, ha sido presentado en rueda de prensa por la concejala especial de Igualdad y LGTBQI del Ayuntamiento de Pamplona, Laura Berro, por la técnica de Cocemfe Navarra María Baile y por Rut Iturbide, experta en género y miembro del equipo investigador, junto a Ana Beaumont, Ana Esther Bello, y Paola Damonti.

Este diagnóstico nace de la necesidad de sacar a la luz una situación más cotidiana de lo que cabe esperar, pero muy poco analizada no sólo a nivel autonómico, sino estatal e internacional.

Así, el año pasado, Cocemfe Navarra puso en marcha el ‘Programa psicosocial para mujeres con discapacidad. Violencia tolerancia 0’, en el que participaron 80 mujeres.

En los talleres afloró una situación que no se esperaba: el 45% de las participantes había sufrido violencia de género en el pasado y un 10% del total la estaba sufriendo actualmente. Además, muchas de ellas coincidían en que los recursos que se les ha facilitado no habían cubierto sus demandas.

A partir de esta situación, se abrió una línea de investigación para conocer en profundidad la relación entre violencia y discapacidad, como un primer paso para establecer estrategias y herramientas para darle respuesta. El Ayuntamiento de Pamplona, a través de la convocatoria de 2015 para proyectos dirigidos a promover la igualdad entre mujeres y hombres 2015 apoyó el proyecto con 4.841 euros.

El estudio se apoya en los testimonios de mujeres con discapacidad de la bolsa de empleo de Cocemfe Navarra y ofrece un análisis complejo sobre la violencia de género, las dinámicas y pautas de comportamiento comunes y también experiencias personales que pueden servir de ayuda a quienes trabajan con este colectivo a la hora de detectar y abordar posibles casos.

El diagnóstico también detecta los apoyos que han sido efectivos para superar la violencia contra las mujeres entrevistadas así como situaciones que han hecho más vulnerables a las supervivientes. De esta forma, aboga por generar espacios, solicitados por las mujeres, de escucha y empoderamiento, así como la formación en las personas profesionales como pasos esenciales para intervenciones posteriores.

LA DISCAPACIDAD, CAUSA Y CONSECUENCIA DEL MALTRATO

El estudio apunta que la discapacidad desencadena en muchos casos la violencia de género o recrudece la ya existente y, en otros casos, la propia violencia genera la discapacidad o la agrava con secuelas tanto físicas como psicológicas. Una violencia que, añade el diagnóstico, no sólo puede tener lugar en la pareja sino también en la familia de origen y el ámbito institucional, en este último caso «bajo una dinámica de re-victimización de las mujeres supervivientes que genera nuevas violencias».

En este sentido, «la familia puede ser un elemento protector ante la violencia de género, si bien la sobreprotección, la sobrecarga o una relación basada en el abuso agravan la vulnerabilidad y el riesgo a sufrir situaciones de violencia de género».

Por otra parte, la violencia de género ejercida contra mujeres con discapacidad tiene características y causas estructurales y sociales comunes a la ejercida sobre el resto de mujeres como la división sexual del trabajo o la precariedad laboral, «que se intensifica en este colectivo, siendo el empleo un elemento esencial de integración en esta sociedad de consumo al proporcionar independencia económica y un aumento de las redes sociales».

Sin embargo, en el caso de las mujeres con discapacidad, también tiene pautas específicas que agravan la propia violencia y la vulnerabilidad de las mujeres: «Es el caso de la utilización de la discapacidad como herramienta para humillar a la mujer o la merma de la credibilidad de aquellas que, por ejemplo, diagnosticadas de alguna patología en salud mental cuentan lo que les sucede y no se les cree o se minimiza justificándose por la propia patología».

Por otro lado, explica el estudio, «la reducción de recursos en el mercado matrimonial, es decir, la limitación de las posibilidades en la elección de pareja que expresan algunas de las entrevistadas, incrementa el riesgo de padecer violencia».

Como conclusión, el estudio subraya que «se hace necesaria una intervención estructural, prioritariamente preventiva e integral que también atienda a los procesos y dinámicas vividas por este colectivo, además de seguir investigando para liderar procesos de intervención social pioneros«.

«Esta es una responsabilidad que implica a toda nuestra sociedad», concluye.

 

Puedes encontrar el artículo de Diario de Navarra en este enlace

Cocemfe ha puesto el diagnóstico a disposición de quien quiera leerlo. Puedes descargarlo en su link.

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